"EL CONSEJO DE LOS YUYUMANOS"

El Consejo de los Yuyumanos se encontraba reunido para decidir los trabajos colectivos de la siguiente estación. Una mujer tomó la palabra y dijo:
"Los hombres pasan mucho tiempo en la caza, fuera del poblado, y las mujeres hemos de ocupamos de criar a los hijos, atender el ganado, cultivar el grano, y otros muchos trabajos que agotan nuestras fuerzas y envejecen pronto nuestros cuerpos".
Luego habló un hombre para decir que cada vez la caza se alejaba más y era preciso viajar más días, por un terreno seco y sin agua, para encontrar a los animales.
Otras mujeres y otros hombres tomaron después la palabra para contar, con su propia voz, cómo era la vida de las mujeres y hombres yuyumanos.
Entonces habló el hombre más anciano y dijo:
"Las necesidades de los tiempos son muchas y las fuerzas son escasas. El pueblo ha de decir cuáles son las tareas más necesarias para que nuestro empeño no sea en vano".
Alguien dijo entonces que si no hubiera que caminar tanto hasta el río, para buscar agua, las mujeres no tendrían que hacer tantos esfuerzos y los hombres podrían llevar reservas de agua al salir de caza. Una mujer dijo que si trasladaran el poblado más cerca de los campos de caza, los hombres podrían ocuparse de atender el ganado. Otra dijo que era preciso buscar hierbas para hacer cocciones, porque el mal de vientre afectaba a muchos miembros de la tribu. Y luego hablaron otros y otras, y cada cual dijo aquello que pensaba era más necesario y urgente.
Al cabo de un tiempo de hablar llegaron a un acuerdo: Lo primero era traer el agua hasta el poblado, para mejorar los cultivos, para que el ganado abrevara y los hombres y las mujeres bebieran sin tantas fatigas.
Deliberaron y discutieron muchas ideas, hasta que acordaron que lo mejor sería hacer un estanque junto a las cercas de los animales. El estanque podría guardar el agua de las lluvias y, mientras tanto, construirían un canal desde el río. Y habría que limpiar de matorrales y broza el sendero, para evitar que las serpientes y otros animales peligrosos dañaran a quienes construyeran el canal. Y todo ello habría que hacerla antes de que pasaran cuatro lunas y llegaran las grandes lluvias, anegando los caminos.
Y el hombre más anciano preguntó en voz alta si todos los hombres y mujeres de la tribu comprendían la tarea y la hacían suya. y entonces, muchos preguntaron por los hombres y mujeres que serían necesarios para realizar la tarea y preguntaron cual sería el trabajo de cada uno, y cómo habría de juzgarse si la tarea había sido correctamente cumplida. Y nadie calló hasta que todos y todas hubieron comprendido la tarea.